Se acerca Navidad -o Reyes- y con ella la oportunidad perfecta para regalar y/o regalarse cámaras, lentes, trípodes y o cualquier otro accesorio que echemos en falta o simplemente nos provoque. Las tiendas van de rebajas, aparecen nuevos vendedores, se lanzan nuevos productos... Toda un vorágine de consumo a la que podemos sobrevivir si sabemos qué y dónde comprar. Y claro, para eso está la Internet.

Durante las últimas dos semanas, hemos publicado en ALTFoto una serie de posts destinados a ayudarte con tus compras fotográficas, como las guías de categorías de cámaras y gamas de DSLR; nuestras listas de las mejores reflex del año, veinte accesorios y regalos baratos para fotógrafos. Supongamos que con o sin nuestra ayuda, tienes ya una buena idea de lo que quieres comprar, y lo has ubicado en Internet, pero se te hace un mundo eso de las transacciones por Internet. Aquí te dejamos una guía.

  1. Elige en qué tienda comprar. Cuando se trata de compras por Internet, no solo debes buscar buenos precios, si no también fiabilidad. Entérate de en qué tiendas on-line los productos mantienen la garantía, y verifica que los artículos sean nuevos. Hay distintos tipos de tiendas. Amazon vende muchas cosas directamente de sus almacenes, a mejor precio que en tiendas físicas gracias al enorme volumen de ventas que tiene; pero también abre su plataforma a otros vendedores que certifica y avala. Por otra parte, sitios como eBay o MercadoLibre son centrales donde cualquiera puede crear una cuenta y vender algo.

  2. Elige a qué vendedor comprarle. Ya sea en Amazon, eBay, MercadoLibre u otras plataformas, o en tiendas electrónicas particulares, es muy probable que varios vendedores distintos tengan lo que quieras. Como dijimos antes, no solo se trata del precio, si no de la confiabilidad. Para eso es importante verificar que el producto y el vendedor tengan buenas calificaciones de parte de otros compradores. Ten en cuenta además que dependiendo del lugar donde esté el vendedor, el costo de envío puede ser muy alto, muy bajo, o incluso gratuito. Los vendedores de accesorios de Hong Kong, por ejemplo, tienen muy buenas calificaciones y precios, y sus costos de envío son muy bajos y hasta inexistentes.

  3. Necesitas una tarjeta de crédito o débito afiliada a una cuenta en dólares o euros, dependiendo de dónde quieres comprar; y avalada por una compañía como Visa, Mastercard o American Express. Debes asegurarte de que esta permita hacer compras por Internet. Puedes revisar en la parte trasera de la tarjeta si tiene el código de seguridad, un número de tres cifras al costado del espacio para tu firma; pero la manera más sencilla es llamar a tu banco y preguntar. Si no tienes una tarjeta de crédito o débito, o una cuenta en la moneda que necesitas, es muy fácil abrir una, ya que muchos bancos cuentan con productos especiales para esta necesidad. Los costos de mantenimiento suelen ser muy bajos o nulos, y los montos de apertura son pequeños.

  4. Si es posible, crea tarjetas virtuales de compra. No desesperes, que no es nada del otro mundo. Las tarjetas virtuales son como bonos electrónicos que creas para usar una sola vez, tomando una cantidad determinada de dinero de tu fondo total, y tiene un número de tarjeta y clave de seguridad propia. Esto garantiza que nadie tenga acceso a tu cuenta, aunque al comprar en sitios reconocidos como Amazon, el riesgo es casi nulo. En las oficinas de tu banco o en su página web seguramente encontrarás guías que te indiquen cómo crear tarjetas virtuales.

  5. Crear una cuenta en PayPal. Seguramente muchos habrán escuchado de PayPal, una herramienta de pago creada originalmente para usarse en eBay, pero que gracias a su practicidad y seguridad es aceptada ahora por muchos comercios electrónicos -menos Amazon, que es la competencia-. PayPal puede afiliarse a una tarjeta en dólares y usarse como una tarjeta virtual, transfiriendo previamente un monto a la cuenta; o solo como un intermediario que toma el monto requerido al momento de la compra. Siempre es bueno verificar los cargos que se aplicarán a la tarjeta en cada país.

  6. Revisa los costos de aduanas. Esto cambia de país en país, pero es fácil enterarse, buscándolo en una página web o preguntando en una oficina de correos. Por ejemplo, en algunos países están excluidos de pagar impuestos los productos con un precio declarado menor a los US$100. En otros lugares, no necesitan ser revisados los paquetes que pesen menos de 2 kilogramos, sin importar su valor declarado.

  7. Rastrea tu paquete. Al hacer un pedido en tiendas electrónicas, se obtienen por lo general dos códigos: Un número de orden, que te permite seguir el embarque de tu pedido en el sistema de la tienda y hacer un eventual cambio o reclamo; y un número de rastreo o tracking number, una clave alfanumérica de validez internacional que permite guiar el paquete a través de los puertos y oficinas postales por los que pase. Para los que quieren saber exactamente en qué parte del mundo anda su pedido, hay diversos sistemas gratuitos de rastreo, como 17track.

  8. Paciencia. Los envíos pueden tomar dos y hasta tres semanas en los sistemas de envío más económicos, pero tener el accesorio que no encontrabas en tu ciudad y a un excelente precio valdrá la pena; y ganarás la experiencia y confianza para comprar más cosas.

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