En fotografía, a menudo las cosas que no enfocamos resultan más interesantes que aquello en lo que centramos nuestra atención. Esto es conocido con el término de espacio negativo. Pero quizás esto no es suficiente para entender el concepto, entonces vamos en detalle.

Toda composición fotográfica puede ser separada en tres elementos: el fotograma o cuadro, el espacio positivo y el espacio negativo. El fotograma o cuadro es el área que delimita el tamaño de la fotografía, el espacio positivo es el sujeto enfocado de nuestra fotografía, aquello que en realidad hemos fotografiad, y por último, el espacio negativo es el espacio vacío que rodea al sujeto. En muchos casos también se relaciona con los conceptos de clave alta y clave baja que ya hemos mencionado anteriormente en ALTFoto.

Así como la fotografía que encabeza este artículo, donde observamos el ascenso del transbordador espacial Atlantis, el espacio negativo transmite una sensación de soledad, aislamiento y calma.

¿Cómo podemos aprovechar el espacio negativo en nuestras fotografías? Ante todo debemos tener en mente que el espacio negativo es un elemento en la composición que nos ayuda a reforzar el tema de una fotografía, y por lo tanto, nos ayuda a obtener fotos estéticamente más bellas y con una composición más equilibrada, sin elementos distractores. De este modo obligamos al espectador a centrar su interés en el sujeto de nuestra fotografía de manera similar que si hubiésemos llenado el fotograma con el sujeto empleando el zoom.

Generalmente cuando realizamos una fotografía prestamos atención a la apertura, la velocidad de obturación, la iluminación y el enfoque, y aunque nos demos cuenta o no, también a los espacios negativos. El manejo del espacio negativo a nuestro favor nos proporcionará sin lugar a dudas mejores fotografías. Para dominar completamente esta técnica compositiva de nuestras fotografías es imperante observar con detenimiento los elementos que se encuentran en el fondo. Todo aquellos que realce el dramatismo o la belleza de la foto debe entrar en el cuadro. El espacio negativo tiene una relación directa con la silueta del sujeto y en muchos casos esto cambia rápidamente.

La mejor forma de aprovechar el espacio negativo es combinarlo con la regla de los tercios, recordando que fijándonos en lo que no vemos nos ayuda a enfocarnos en lo que si vemos, a fin de cuentas el espacio negativo no es espacio vacío, es arte.

Foto: The Big Picture

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