Y no, no involucra una serie interminable de espejos o telas blancas, sino un poco de creatividad y algunas horas en Photoshop (para desgracia de los puristas). Joey Celis es un fotógrafo comercial que se encontraba trabajando en un proyecto para un cliente que requería retratar un club de fumadores. El problema es que este lugar tenia una iluminación muy baja, debido a su ambiente, y la composición exigía once modelos en la escena.
Debido al pequeño espacio con el que contaba y la profundidad de la imagen, esconder los equipos de iluminación era simplemente imposible. ¿La solución? Once fotografías distintas combinadas en una sola, utilizando solo un Speedlite. Se tomo la imagen de cada modelo individualmente y luego se las unió en post-produccion, eliminando todos los cables y equipos necesarios para la iluminacion. En el siguiente video se puede ver el proceso de dicha técnica:
El resultado es indiscutible: la escena esta perfectamente iluminada y no hay un solo rastro de los dispositivos de iluminación. La historia esta presente, el enfoque es el ideal y cada uno de los modelos tiene su espacio propio para sumar a la escena. Pero al incluir el detalle del uso de Photoshop, hace sonar las campanas de algunos puristas. ¿Es fotografía o deja de serlo? ¿Esta imagen es igual de valida que una en la que solo se utilizó una fotografía? ¿Habla de la profesionalidad y creatividad del fotógrafo o de sus limitaciones técnicas? En mi opinion es una fotografia hecha y derecha.
La inclusión de una edición digital no quita su valor fotográfico. Una imagen es una imagen, por mucha manipulación que tenga. Puedo intuir la historia que se cuenta aquí, la escena, el ambiente; no hay nada que me haga rechazar esta imagen. La manipulación fotográfica, que se hace de los tiempos analógicos, no quita vida ni validez a la fotografía. ¿Por que recortar la fotografía a los limites técnicos que tengamos? El Photoshop es una liberación y no un estigma.
Foto: Joey Celis | Vía: PetaPixel