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El rango dinámico, en términos muy sencillos, es que tanta información tiene una imagen, pero comparada entre sí. Una foto muy contrastada, con áreas muy iluminadas y otras muy oscuras —mientras ambas preserven el detalle— indican una fotografía de alto rango dinámico o gran latitud. Actualmente los sensores son bastante buenos en ese sentido pero tienen sus límites. Llegado cierto punto su rango dinámico alcanza su límite y empiezan a sobre o subexponer dependiendo el caso. Rambus es una compañía que acaba de anunciar una nueva tecnología de pixeles binarios que permite aumentar el rango dinámico a través de un proceso muy simple y muy ingenioso, que a la vez no requiere un mayor cambio en el paradigma actual (lo que lo hace muy sencillo de implementar en la producción actual de cámaras).

Cada diodo del sensor tiene un punto máximo de sensibilidad. En términos RGB, almacenan una intensidad de 0 a 255, por lo que cuando la intensidad llega a más de su límite, este deja de ser sensible enviando el máximo valor posible de color, lo que en conjunto de los otros tres diodos que forman el bloque producen la sobreexposición o el blanco absoluto. Puede parece algo sencillo de solucionar simplemente reduciendo la exposición, pero muchas veces la misma escena tiene grandes contrastes que una modificación afectaría a la exposición global. La tecnología de pixeles binarios de Rambus es una solución para este problema, sin necesidad de alterar la cantidad de luz que ingresa al sensor.

Binary pixels consiste en sencillamente reiniciar la exposición del diodo cuando este alcanza su máxima intensidad. Esto quiere decir que durante su operación normal, dentro de los valores de 0 y 255, su trabajo no se ve afectado por esta tecnología. Pero al alcanzar su valor máximo se descarga la información de este y se continúa recibiendo luz. Lo ingenioso del asunto es que todo esto sucede mientras la imagen continua siendo capturada. Por cada pixel reventado, se lo reinicia y se continua el proceso desde cero pero sabiendo que ya acarrea una sobreexposición anterior.

Una vez terminada la exposición se recombinan todos los datos recogidos creando una imagen final sin sobreexposición. Según su fabricante, esto permitirá crear fotografías de alto rango dinámico en sensores que no están preparados para tal fin —como pueden ser lo de la telefonía móvil— además de crear imágenes HDR con un solo disparo o mejorar la sensibilidad en condiciones de poca luz.

Aun no hay implementaciones masivas de esta tecnología, por lo que solo podemos especular que tan buena puede ser. Mi única duda es que la recombinación de la información será digital, por lo que un algoritmo que promedie datos estará en funcionamiento. El verdadero éxito de los pixeles binarios estará en que tan efectivo sea ese algoritmo.

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