Las nuevas Fuji X20 y Fuji X100S son las esperadas actualizaciones de dos de los cámaras más interesantes que hay en el mercado. Fuji revolucionó la fotografía digital con una apuesta bien sencilla: un cuerpo clásico con la mejor tecnología. Veamos qué nos aportan estos dos nuevos monstruos.
Fuji X20
Soy dueño de una Fuji X10, y me la compré por dos motivos: la calidad de su sensor y el acertado diseño del cuerpo. Era la primera vez que una compacta conseguía archivos de una calidad similar a las réflex más sencillas. Es una cámara perfecta para tomar apuntes cuando vas andando por la calle, de un sitio a otro, y no quieres cargar con una cámara más voluminosa. Pero sus archivos aguantan sin problemas una buena ampliación. Tiene algunos "problemillas", pero la nueva Fuji X20 parece que los ha solucionado.
Tiene un nuevo sensor CMOS de 12 Mp de 2/3 de pulgada. En principio parece idéntico al anterior, pero es de nueva construcción, y según el fabricante, aumenta la capacidad de resolución en un 20% y reduce el ruido un 30% respecto al modelo anterior. Todo esto es, como era de esperar, igual que sus hermanas mayores, gracias a la eliminación del filtro de paso bajo. Es la mejor solución para mejorar la calidad final, junto con el nuevo procesador EXR II.
Otra de las características de la X20 que convierte a la Fuji X10 en un vieja gloria es el nuevo visor óptico. Aunque no era tan malo como el de la mayoría de las cámaras compactas, en las que funciona como un mero accesorio nostálgico, no servía de gran cosa, pues continuamente había que comprobar los ajustes de disparo retirando el ojo del visor. Al final, por comodidad, terminabas usando la pantalla LCD. En la nueva X20 han introducido dentro del renovado visor óptico, el Digital Trans Panel, de 1 mm de espesor, donde podemos ver toda la información relativa al disparo. Falta por comprobar si podemos ver el histograma, aunque lo dudo. Sospecho que funcionará igual que los visores de las antiguas compactas de 35 mm, lo que es de agradecer.
También han mejorado otra de las carencias de la X10, que es la velocidad de autoenfoque. En la nueva X20 parece que han conseguido batir marcas gracias a la tecnología híbrida AF, por detección de fase (usado por las réflex) y por contraste (el común de las compactas). Este nuevo sistema, que se está imponiendo en todas las cámaras, ha alcanzado con este modelo un grado más de perfección. Habrá que hacer pruebas, desde luego para confirmarlo. Y la asignatura pendiente del enfoque manual, también ha sido mejorada en este nuevo modelo, resaltando por contraste las zonas que están nítidas, como si de un telémetro se tratase.
Conserva el mismo objetivo, tiene mayor número de fotogramas por segundo (11 fps), graba vídeo en FullHD a 60 fps, y conserva el excelente acabado de sus predecesora. Es el nuevo objeto del deseo compacto. Por no hablar de la multitud de accesorios que van a presentar, como las fundas de cuero y los micrófonos.
Fuji X100S
Esta es la cámara que en realidad deseamos los que nos compramos una Fuji X10/X20, que aunque sean conceptos muy distintos, parecen iguales. La diferencia más evidente es que la X100/X100S es una cámara profesional de óptica fija y con la rareza y comodidad de un flash incorporado. Es la cámara del fotorreportero del siglo XXI hasta que se pueda permitir la X-Pro 1, de ópticas intercambiables. Estas cámaras de la serie X de Fuji son como una escala del deseo.
La nueva Fuji X100s tiene un nuevo sensor CMOS de 16,3 Mp de nueva generación de tamaño APS-c. Este nuevo sensor, por supuesto, también ha perdido el filtro de paso bajo, por lo que se sitúa, en calidad de imagen, a la altura de sus más jóvenes hermanas mayores. Según datos de la empresa, han conseguido un aumento de la resolución del 25% y una disminución del ruido del 30%, respecto a la anterior versión.
El nuevo procesador EXR II permite muchas cosas, entre ellas, una mayor velocidad de procesado, enfocar automáticamente con tiempos de récord (0,08 sg), y una calidad similar a la de las cámaras con sensor de formato 24x36 mm. También permite grabar vídeo en alta definición a 60 fps, lo que permite una edición más fluida y un mejor efecto de cámara lenta en postproducción, por ejemplo.
Por supuesto, sigue manteniendo el histórico visor híbrido (óptico y electrónico) que tanta nostalgia da a los que lo hemos usado alguna vez. Personalmente creo que es el mejor sistema de visor que se ha fabricado nunca. Y eso que alguna que otra vez he mirado a través de una Leica. El visor óptico de la X100S tiene una cobertura del 100%, frente al 90% de la versión anterior, y el electrónico presenta también grandes mejoras, como mayor resolución, lo que convierte en un placer asomarse al mundo a través de semejante joya de la ingeniería. Entre otras cosas permite verificar de una manera más cómoda el enfoque manual, uno de los lastres de la versión anterior, gracias a la tecnología Digital Split Image, que viene a ser igual al telémetro de las clásicas cámaras Leica.
El objetivo fijo es el Fujinon 23 mm f2, una versión mejorada del anterior modelo. Con el sensor APS-C se comporta como un maravilloso 35 mm, la focal del reportero por excelencia. Su calidad está fuera de toda duda, pues entre otras cosas, es un objetivo diseñado en exclusiva para este sensor, lo que permite un optimización inmejorable. Está revestido, estabilizado, algunos de sus cristales son asféricos...No se puede imaginar algo mejor. Pero como siempre, habrá que probarlo.
El cuerpo, de clara inspiración clásica, mantiene la misma calidad que su predecesora, con cuerpo de magnesio, con el tamaño justo para no ser una réflex o una minúscula compacta que se escape de las manos.
Seguro que todos estamos deseando verlas en los escaparates y saber el precio para ponernos a llorar. Esperamos tenerla pronto entre las manos para saber si es verdad toda la información que nos han pasado. Algo completamente seguro.