Una de las maneras de arruinar una toma perfecta es el foco. Es tan fácil equivocarse que, visto desde afuera, enfocar correctamente parece algo digno de una maestría. Por suerte, muchas de las cámaras DSLR actuales cuentan con una función de foco automático que puede venir bien a mano, sobre todo si recién estamos arrancando. Sin embargo, tiene algunos detalles que es mejor conocer de antemano, para no quedarnos con una sorpresa. Y también existen situaciones en las que el foto automático simplemente no es suficiente para obtener la toma que queremos. Avanzando: existen cuatro modos principales de enfoque: continuo, simple, automático y manual, lo que nos brinda mucha flexibilidad para trabajar en diferentes condiciones.

Modo Automático Continuo

En el caso de Canon lo encontraremos como Al Servo AF, mientras que con Nikon nos toparemos con AF-C. La utilidad de este modo reside en mantener los objetos en movimiento nítidos dentro del viewfinder; la cámara comenzará a enfocar automáticamente cuando presionamos el obturador. Con el modo continuo, la imagen seguirá siendo nítida aún estando en movimiento porque la cámara detectará el movimiento del objeto y reajustará el foco de forma acorde. No es perfecto, lo que quiere decir que no siempre puede detectar la forma en la que se realizará el movimiento, sobre todo si es errático. Además, al estar constantemente enfocando este modo consume mucha batería. Por ende, no es infalible, pero si queremos usar un enfoque automático mientras tenemos que fotografiar algo en movimiento es una buena opción.

Modo Automático Simple

También conocido como One Shot, AF en Canon y AF-S en Nikon, el nombre del modo básicamente nos indica lo que podemos hacer. Tenemos una capacidad de enfoque simple, cuando presionamos el obturador hasta la mitad tendremos un enfoque automático, sin un ajuste continuo como sucede en el modo anterior. Con el enfoque automático simple podemos ahorrar batería, porque no estamos gastando los recursos de la cámara, pero sí tenemos que tener un objeto que esté quieto, tendremos imágenes borrosas si es que están en movimiento. Es la forma más fácil de tener imágenes nítidas en el punto en que las queremos, y también la forma más simple de hacerlo.

Modo Automático

En Canon tenemos el Al Focus AF y en Nikon, el AF-A, que quiere decir Automatic Autofocus. Con este modo de la cámara, que es una funcionalidad relativamente nueva, tenemos una combinación entre los dos modos anteriores, dependiendo de la situación en la que estemos. Lo que sucede es que la cámara “interpreta” cuál es la mejor manera de enfocar de acuerdo con las condiciones de la toma. Puede ser muy útil cuando estamos dispuestos a encontrar algo inesperado y no queremos perder el tiempo cambiando la configuración de la cámara. En muchos modelos, es el enfoque automático que viene por default.

Modo Manual

Finalmente, nos encontramos con el modo manual. En este caso, requiere que tengamos un conocimiento de las distancias. El enfoque automático, que se ajusta desde el anillo de enfoque en el lente de la cámara, generalmente se utiliza en determinadas situaciones, como por ejemplo, cuando el sujeto que queremos fotografiar está rodeado, o en el fondo de, un ambiente con movimiento o que será considerado dominante por el lente.

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