CES es una de las ferias más importantes del mundo de la tecnología y la más grande, según presumen en sus página web. Se celebra en la cinematográfica ciudad de Las Vegas, una de las ciudades del mundo donde cada esquina seguro que esconde una fotografía. No me importaría perderme por la ciudad de los casinos con una cámara, ya sea de las presentadas estos días o la mía propia. Como está a punto de terminar la feria, vamos a ver cómo ha ido y qué veremos en los escaparates los próximos meses.

Todas las grandes marcas de fotografía, desde las más veteranas hasta las que no tienen ninguna tradición, han presentado nuevos modelos de sus cámaras. Y todos estamos como locos viendo las principales novedades y las mejoras más llamativas, para ir ahorrando, o en el caso de muchos, ir imaginando que podemos ahorrar, para comprarnos un nuevo capricho fotográfico.

Puedo parecer el abuelo cebolleta, pero no veo la necesidad de sacar un nuevo modelo cada año. Prefiero casi que se investigue más, se abaraten los costes y saquen cada tres o cuatro años nuevos modelos realmente interesantes, con una calidad tal que hagan envejecer a las cámaras que tengamos en nuestros bolsillos. Si no fijamos en las presentaciones fotográficas del año pasado del CES, que cayó en las mismas fechas (quiero decir que ha pasado un año exacto) vemos que los modelos son prácticamente los mismos que los de este año.

Por ejemplo, Sony presentó en 2012 una importante renovación en su gama Cybershot, como ya hizo en 2011. Este año 2013 ha puesto en la palestra una importante renovación en su gama Cybershot. No es que me haya confundido o que el ordenador haya hecho de las suyas duplicando las cosas. Es que es lo que ha ocurrido. En tres años ha cambiado su línea de cámaras compactas. Pero lo más grave es que lo único que ha mejorado es la carcasa exterior. Los sensores son los mismos, con misma resolución e idéntico tamaño. Quizás lo más importante de este año es que algunos modelos incorporan el necesario y fundamental wifi. Para las mayoría de los usuarios es muy importante poder enviar las fotografías que hacen al instante a todo el mundo, para poder ser disfrutadas por sus queridos familiares, amigos y seguidores.

Yo no sé vosotros, lectores, pero a la cuarta fotografía que envíen de sus vacaciones, mis familiares o mis amigos, de lo bien que se lo están pasando en la playa vía Facebook, estaré más cerca de borrarme de las redes sociales para siempre. Qué ganas tiene la gente de compartir sus fotografías sin pasar siquiera un filtro muy seguro, que es dejar pasar el tiempo para que maduren y destaquen las buenas sobre las malas. Creo que es la banalización más absoluta que se hace hoy en día con el mundo de la imagen.

Después de esta observación de cascarrabias, es evidente que las marcas fotográficas están muertas de miedo con la proliferación de los móviles inteligentes que les quitan el mercado aficionado. Por eso fabrican cámaras que parecen móviles con Android, o cámaras con conexiones inalámbricas para compartir al instante. Pronto saldrá una con botón Me gusta (la veremos en CES 2014, seguro).

Los fabricantes deberían darse cuenta que ese camino está equivocado, pues la gente busca todo en uno. ¿Para qué van a comprarse una cámara con Android si ya tienen un móvil y una tableta con los que encima pueden hablar y navegar? No tiene sentido. Deberían crear e imaginar cámaras con mayores sensores, de más calidad, con mayor rango dinámico... que permitan una mayor calidad técnica, al fin y al cabo. Pero es una batalla perdida, pues para publicar en internet sobra y basta con el minúsculo sensor de un smartphone...

Por eso hay pocas cosas que llamen la atención este año en el CES. Sony, Canon, Panasonic, Samsung, Pentax... han hecho trabajar a sus departamentos de diseño, para dar un nuevo look a sus cámaras, y han subido un poquito la resolución en sus modelos básicos, han metido wifi en sus modelos de gama media y poco más...

Creo que lo más interesante son los modelos de la gama X de Fuji, como podréis imaginar. Son los únicos que se han esforzado por mejorar, desde un punto de vista estrictamente fotográfico, sus exitosos modelos, que curiosamente, están inspirados en el pasado, cuando una cámara era para toda la vida. Y también puede llamar la atención, por la apuesta que hace la gente de Sigma por el sensor FOVEON, la nueva DP3... Y poco más.

Espero que podamos seguir haciendo fotos y que las marcas se den cuenta de que no seremos mejores por cambiar de modelo cada año. Creo que muchos ya no picarán.

 

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