Terminamos hoy la crítica, análisis y revelado de la foto que nos ha enviado Gerardo Ricardo López. Hay veces que una fotografía no necesita un revelado a fondo, como es el caso. Esto no quiere decir que no haga falta disparar siempre en RAW. Sólo por la posibilidad de trabajar, como mínimo, con 12 bits frente a los escasos 8 bits que permite el jpeg está justificado trabajar con el archivo crudo. ¿Qué quiere decir esto desde un punto de vista práctico? Que podemos trabajar con 4096 niveles de luminosidad por canal, como mínimo, en vez de con 256. O visto desde otra perspectiva, que podemos representar los negros más profundos con 64 niveles de información o con solamente 4 si editamos un triste jpeg. La diferencia, además de exponencial, es abismal.

Pero veamos todo lo que hemos podido sacar de la fotografía que ahora tenemos entre manos. Desde el principio hasta el resultado final que tenemos arriba.

  • La fotografía, tal como viene por defecto, está un poco apagada. Si nos fijamos en la composición, ambos extremos están vacíos de información y no aportan nada al resultado final. Si miramos el histograma, pilar fundamental de la fotografía digital, nos damos cuenta de que tiene muy poca información en los tonos medios y en las luces más altas, que además están quemadas. Esto último no tiene que preocuparnos, pues si hacemos un control de umbral (alt+Exposición) vemos que la luz que se pierde es la de la esfera del astro rey, algo normal. Estamos ante un punto de partida muy bueno, con un histograma perfecto.

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  • Para intentar representar toda la información de color que el archivo RAW tiene en su interior, he optado por elegir como Espacio de color el ProPhoto RGB, que registra hasta colores que no vemos. En la mayoría de los casos es excesivo, y más con una cámara que sabemos que es incapaz de llegar a esos extremos. Pero es una manera de asegurar toda la gama de los colores del atardecer que contiene la fotografía. El histograma cambia sustancialmente.

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  • El equilibrio de blancos original, el que seleccionó la cámara al estar en modo AWB, es decir, en el modo automático de equilibrio de blancos, es demasiado frío. Por eso, para aumentar la calidez de la toma, que es la protagonista de la fotografía, elijo el ajuste preestablecido Nublado, que potencia esa percepción.

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  • El lado izquierdo de la imagen está muy recargado de figuras, mientras que el lado derecho está más vacío, y además aparece un barco que poco aporta al conjunto. Por eso he decidido cortar la fotografía en un formato cuadrado con la herramienta Recortar (C), para reforzar la simetría de la línea del horizonte, y librarme de los extremos que confundían y no aportaban nada al conjunto.

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  • Ahora es el momento de empezar a revelar. Si aceptamos que el sol es una esfera quemada de luz (si hay alguien que no lo ve así, que, por favor, no mire al sol) podemos subir Exposición un punto sin miedo a perder información. Brillo y Contraste los ponemos en 50 y 60, respectivamente. Todo para que el aspecto general de la imagen mejore. ¿Por qué? Porque hemos distribuido mejor toda la información por el histograma y tenemos más valores por la zona media y la de altas luces. Además, como viene siendo habitual, he dado más volumen con Claridad, con un valor de 10. Si le ponemos más, pueden aparecer los desagradables halos de un mal revelado.

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  • Para terminar en Adobe Camera RAW, o en el módulo Revelar de Lightroom (que lo mismo da uno que otro pues son programas idénticos), vamos al panel Curva de tonos, al apartado Paramétrico, donde podemos actuar sobre las curvas sin miedo a estropear la imagen, pues en este apartado las curvas están limitadas. Para dar volumen a las sombras, ajustamos en sentido inverso los deslizadores inferiores (Oscuros y Sombras) para generar, sólo en esa zona, una curva en s. Es decir, estamos dando contraste a los tonos oscuros, sin tocar las luces. Esto es algo que las curvas hacen sin problemas.

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  • Ya pasamos la fotografía a Photoshop, donde poco más podemos hacer. En ACR la imagen ha quedado prácticamente terminada, pero en la búsqueda de conseguir un efecto más llamativo, he aumentado un poco el contraste general de la fotografía con la ayuda, de nuevo, de las curvas. En Capa>Nueva capa de ajuste>Curvas he creado una capa de ajuste de curvas con una máscara en blanco. La curva de contraste la he dejado actuar en la parte superior del cielo y en la parte inferior de la fotografía con la ayuda de la herramienta Pincel (B) en negro (X).

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El resultado final lo podemos ver al principio del post. Creo que hace honores al espíritu de la fotografía. Lo único que me queda es pedir al autor que vuelva otra vez a esta celebración y busque nuevas posibilidades y nuevos encuadres. El lugar lo merece. No podemos imaginar qué hará con un objetivo mejor. Un fijo de 35 mm, por ejemplo.

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