Después de hablar en varias oportunidades sobre la “mini-revolución” que Instagram ha ocasionado en el mundo de la fotografía, es una buena idea escuchar qué tienen para decir los usuarios profesionales al respecto. Desde el British Journal of Photography han hablado con varios fotoperiodistas sobre esta aplicación, que contaron su experiencia de primera mano. Además, el artículo nos deja ver algunas cosas que ignorábamos sobre el servicio.
El éxito de Instagram está basado en su facilidad de uso y en la posibilidad que nos brinda de poder compartir fotografías rápidamente no sólo con nuestros amigos y contactos sino también a través de las redes sociales. Así, su sincronización con Facebook y Twitter, entre otros, demostró ser clave para su éxito. Pero no solamente los usuarios individuales estuvieron interesados: uno de los primeros tratos que selló Instagram en su historia fue con National Geographic, que veía a la herramienta como una forma en la que sus fotógrafos podían reportar a todo el público de forma rápida e inmediata, desde cualquier lugar del mundo.
Uno de los reporteros gráficos entrevistados, Marcus Bleasdale, trabaja para la agencia VII Photo y encuentra a Instagram como una forma de dar a conocer la historia oculta de cada artículo en el que están trabajando. “Es una forma de compartir más sobre las personas que somos y qué nos motiva. No solamente en el trabajo sino también en casa”, afirma. La cantidad de seguidores que tienen estos fotoperiodistas también está creciendo de forma exponencial, demostrando que los usuarios de Instagram no solamente quieren ver fotografías de comida.
El artículo continúa entrevistando a otros fotógrafos de agencias y freelancers, que en su gran mayoría coinciden en que, aunque no comparten sus trabajos finales a través de Instagram, sí develan el work in progress y les gusta recibir críticas de los usuarios y de otros profesionales que se encuentran en la red. Para estos fotógrafos, las redes sociales y aplicaciones como Instagram son el “futuro”, por así decirlo, y la clave está en la comunicación que se logra de forma global.