Si bien a la mayoría de nosotros nos da un mini ataque de pánico al descubrir una nueva raya en el elemento frontal, hemos ido derrumbando ese mito poco a poco. La primera prueba llego de la mano de Kurt Manger.com, donde se iba ensuciando a propósito la lente hasta retirar partes ópticas, dando como resultado una fotografía con algo menos de contraste.

Hasta ahora, la única molestia real que algo de suciedad en la lente puede causar es un bokeh con manchas, pero solo es observable en aperturas muy grandes y en determinadas casos. Esto no significa que debas dejar de limpiar tus lentes, sino que tal vez hay que preocuparse menos.

El veredicto final llega a través de Lens Rentals donde, con la lente que encabeza este post, tomaron las dos siguientes fotografías:

Claramente hay una perdida de contraste y acutancia bastante importante en la imagen, pero ¿quien hubiera dicho que fue tomada con una lente tan dañada? Así que la próxima vez que una nueva rayita aparezca en tu lente, recuerda esta pobre lente y su excelente desempeño a pesar de sus golpes.

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