Últimamente no paramos de recibir noticias de Olympus, que se ha visto envuelta en una crisis institucional y legal que parece no tener fin.
La última noticia no se refiere a nuevos cargos o nuevas renuncias en la junta directiva, si no a que empezamos a vislumbrar las consecuencias de ésta suerte de terremoto que azota a la compañía.
Según informó Hiroyuki Sasa, un ejecutivo candidato a reemplazar al actual director de la firma, la división de cámaras digitales está trabajando en una reducción de la cartera de cámaras ofrecidas al público, especialmente aquellos de bajo costo y con mucha competencia en el mercado, con la intención de evitar más pérdidas a la empresa y aliviar la dura situación económica que ésta atraviesa.
El otro plan de la empresa es reforzar el mercado de las cámaras sin espejo y otros productos con valor añadido con funciones adicionales, tales como impermeabilización de las cámaras, segmento del que han sido impulsores que todavía, consideran, le puede proporcionar ganancias; y también reforzar aquellas operaciones que tengan que ver con áreas de la medicina.
Finalmente también reconoció que están analizando uniones con empresas que se han ofrecido a ayudarlos a salir de ésta tormenta, tales como Fujifilm y Sony.
Como verán, a pesar de las enormes diferencias de las situaciones particulares, son todas apuestas similares a las que ha ido tomando Kodak desde su anuncio de quiebra, y también son con el fin de reorganizar sus finanzas, aunque Olympus además debe prepararse para un futuro bastante incierto en la justicia.
Era de esperar que vieramos éste tipo de acciones en el corto plazo, ya que en medio de la difícil situación financiera en la que se encuentra la compañía es lógico que deseen maximizar las ganancias y reducir los márgenes de error. Veremos cuáles son los próximos pasos que tomen, y los mantendremos al tanto.