Este mes hablamos de las rayas y las lentes, como siempre desmitificando el hecho de que las marcas afectan la calidad de la imagen. Hemos visto como una lente con su elemento frontal completamente destruido seguía funcionando correctamente, aunque perdiendo algo de contraste. También hemos visto el proceso de control de calidad de Carl Zeiss, donde dejaban caer, golpeaban y hacían vibrar rápidamente la lente, simulando el uso de varios años.

Pero a cuento de todo esto, ¿que tan difícil es romper una lente? A juzgar por el siguiente vídeo, parece que no es tan simple. Podrán ver como el cristal frontal recibe unos buenos golpes de unos objetos nada amigables, presentando unas leves rayas en el revestimiento externo:

YouTube video

¡Auch, auch, auch! La lente resistió los duros golpes del reverso del martillo sin más que algunas marcas, que como ya hemos comprobado, no se manifestaran de ninguna manera en la imagen final. Y se trataba de un barato EF 50mm f/1.8 que oscila entre los $100 y $120 dolares. Imaginen el desempeño de las lentes construidas con verdaderos metales y no imitaciones plásticas.

Claro que esto no significa que podemos ir por la vida sin cuidar nuestras lentes, pero se trata de un claro ejemplo que podemos arriesgarnos más y no estar tan pendientes de su seguridad.

Foto: Steven Wolf

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