A dos semanas de haber presentado nuevas cámaras de su gama Cyber-Shot, Sony vuelve al ruedo con un golpe interesante en el mercado de las DSLR: un nuevo miembro de la familia Alfa, el modelo A57. Sucesor del A55, que se lanzó hace un año y medio, la nueva cámara comparte algo del diseño y de las funcionalidades de su predecesora, pero también agrega novedades que resultarán interesantes para los fanáticos de Sony.

En cuanto a los detalles técnicos, la A57 tendrá una resolución de sensor de 16 megapíxeles, que no varía en nada en comparación con el modelo anterior. Lo que sí se ha incrementado es el límite ISO, de 12.800 a 16.000, y la velocidad de disparo, que ahora está en 12fps (antes estaba en 10fps). En cuanto a AF, el sistema contará con una funcionalidad para rastreo de objetos. Y, además, podrá grabar en full HD.

Sony realmente se ha concentrado en ofrecer funcionalidades a fotógrafos profesionales, algo que posicionará a la compañía para competir de forma más seria con los gigantes del mercado Canon y Nikon. Por ejemplo, con la grabación de video HD, en muchas cámaras vemos que el máximo es 30fps, mientras que este modelo contará con una velocidad de 60fps. Además, la cámara tampoco escapa de los fotógrafos principiantes con algunas de sus funcionalidades.

Por ejemplo, en la A57 podremos encontrar la función de Auto Portrait Framing, que utiliza el sistema de detección de rostros para componer y recortar la fotografía de forma automática, dándole un look profesional. Esta función, además, genera dos fotografías separadas, una con la toma original, y otra con la toma editada automáticamente por la cámara. Para seguir con la moda de los filtros fotográficos, la A57 incorpora Picture Effects, que permite agregar retoques artísticos o filtros directamente desde la cámara. Estos retoques se podrán efectuar tanto en imágenes como en video.

La cámara parece dejar poco lugar a la imaginación con una cantidad impresionante de funcionalidades destinadas a hacer del proceso de tomar fotografías algo simplísimo. Aunque muchos de sus detalles técnicos indican que podría estar destinada al mercado profesional, también parece ser una elección muy sabia para las personas que recién están empezando en la fotografía (y tienen unos buenos dólares para gastar).

En cuanto al cuerpo, no se diferencia tampoco demasiado del resto de los modelos, con un estilizado color negro. Cuenta con una pantalla LCD de 3 pulgadas con ángulos ajustables para llegar a tomas difíciles. El nuevo "juguete" de Sony llegará en abril a las tiendas, y se podrá conseguir desde 700 (solamente por el cuerpo) a 800 dólares (cuerpo más un lente de 18-55mm).

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