En ocasiones estamos tan preocupados por las luces, sus posiciones sus variedades, que olvidamos completamente su color.

Mary Kuzmenkova fotografa de Moscú nos trae estos maravillosos retratos donde la luz no sirve solo para iluminar sino también para teñir nuestra escena de colores. El cabello, la piel, la ropa, todo adquiere esas ricas y suaves tonalidades del color, y la combinacion de dos diferentes colores permiten darle volumen y forma.

Incluso en algunas de sus fotografías utiliza una tercera fuente de luz, de color amarilo esta vez, que contrasta con las otras dándole vida a la escena.

Para estas imagenes el fotógrafo probablemente ha utilizado anillos de luz "Beauty Rings" con geles de colores para teñir la luz.

Pero no sólo la luz es importante en estas imágenes, también las modelos y sus posiciones con la mirada pensativa o perdida en la lejanía construyen la escena. La textura de la ropa, los complementos y el entorno jugan un rol claro, como esa pared peluda que casi se confunde con la chaqueta de piel o el cabello de la modelo, o las joyas que se repiten en los labios brillantes.

Jugando con la luz

Para hacer experimentos similares a estos es posible utilizar transparencias de colores e incluso papel crepe (el que se utiliza para hacer manualdiades). Estos geles caseros pueden colocarte delante del flash, de una luz de estudio e incluso delante de un reflector casero. Utilizando diferentes fuentes de luz con direcciones opuestas** y diferentes tonos de color se pueden conseguir resultados similares a los de estas fotografías.

Via: My Modern Met

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