A veces no sé si escribo artículos sobre cámaras y tecnología o si escribo sobre brujería, y es que cada día inventan cosas que me dejan más sorprendida. El último invento que abre un mundo de posibilidades a fotógrafos profesionales y no tan profesionales es el equipo diseñado por el fabricante de chips Ambarella que rompe con todas las barreras (o cables, mejor dicho) entre fotógrafo y equipo para llevar a cabo determinadas tareas complejas como pueden ser la retransmisión de eventos deportivos o los reportajes de naturaleza.
Este equipo permitirá el desarrollo de cámaras que puedan conectarse directamente y sin cables a cualquier smartphone y gestionar desde allí una serie de aplicaciones que permitan controlar las características de nuestra cámara. La fotografía y vídeo en alta definición pasarán ahora en las situaciones que así lo requieran a controlarse a través de un control remoto que puede ser manejado por un teléfono móvil. Es decir, estos terminales serán el mando que dé las órdenes a nuestros equipos, una gran ventaja en eventos en los que nuestra cámara se encuentra en lugares de difícil acceso o el visor no está a nuestro alcance.
Desde cada terminal podremos acceder a opciones como visionado, rebobinado o selección de fotografías, pero no sólo eso, sino que las posibilidades de emitir en streaming aumentan. ¡Incluso podremos ver la pantalla de la cámara en el smarphone y configurarla como si tuviéramos nuestras herramientas de trabajo delante!
Aunque en principio se presenta como una opción algo cara, es un primer paso para que en un futuro la fotografía se conciba de una manera distinta ya que las imágenes familiares o los documentales de naturaleza pueden mejorar mucho con este tipo de tecnologías.