Hace algún tiempo les contamos en ALTFoto el complicado momento por el que está pasando una de las marcas más reconocidas de la industria fotográfica: Kodak. La compañía estadounidense perdió el 68% de su valor de mercado después que se supo que había solicitado ampliaciones de crédito. Incluso surgieron rumores de bancarrota. Días después, los portavoces de la empresa salieron a desmentir la quiebra, pero anunciaron que necesitaban 500 millones de dólares y una reestructuración profunda para mantenerse solventes.

La otrora omnipresente marca ya había dicho que estaban en busca de compradores para parte de sus patentes, pero nos sorprendió a todos cuando anunció ayer que ha concretado la venta de su división Image Sensor Solutions (ISS), la encargada de la investigación, desarrollo y manufactura de sensores digitales.

La compradora ha sido Platinum Equity, una firma global especializada en comprar negocios en problemas, para hacerlos solventes nuevamente, fusionarlos con otros, o liquidarlos. Afortunadamente, los planes para Kodak van por el primer camino, ya que por una cantidad cercana a las 200 millones de dólares, Platinum Equity se ha asegurado la enorme fábrica de sensores que tiene Kodak cerca a Neva York, con la intención de reflotarla. De todas maneras, el gigante rojo-amarillo conserva el derecho a usar la tecnología desarrollada hasta ahora en sus propios productos.

Para entender la verdadera dimensión de esta noticia, hay que repasar la historia de Kodak en el mundo de los sensores. Para los que no lo sabían, Kodak fue una verdadera pionera de la fotografía digital, al agregar a cuerpos analógicos Canon y Nikon de gama alta los primeros sensores digitales profesionales, allá por el año 2001. Otras marcas han escogido sensores Kodak para sus mejores modelos, como las Pentax y Hasselblad de formato medio, y las míticas M y S de Leica. Fuera de la industria fotográfica, estos componentes han sido utilizados en equipo médico, control del tráfico, laboratorios e incluso en la exploración espacial. Por todo esto los especialistas estiman que los 200 millones de dólares pagados por el ISS son muy poco, lo que denota el poco poder de negociación y lo desesperada que está Kodak por aumentar su liquidez.

Pero por lo menos Kodak ya va encontrando soluciones para su delicada situación, aunque esto pase por desprenderse de uno de sus negocios estrella. La que está aun en caída libre es Olympus, cuyas acciones han bajado un 70% desde octubre, cuando comenzaron los líos en su directorio. Recordemos que hace poco la compañía anunció que habían destituido a Michael Woodford, el primer CEO no japonés de la firma, apenas dos semanas después de haber asumido el cargo. El despido no solo fue bastante público, si no que dejó a Woodford temiendo por su vida, al punto de pedir garantías a la policía.

Pues ahora sabemos que el motivo de tan escandalosa separación fue que el ex CEO prestó "demasiada" atención a ciertos gastos de la empresa al final de la década pasada. No solo se pagaron consultorías por más de $680 millones a empresas que ya no existen, si no que el actual presidente del directorio de Olympus ha salido al frente para revelar que su empresa hizo en 2008 varias adquisiciones irregulares para tapar pérdidas. Al parecer, esta práctica es ya una tradición de la marca nipona, ya que hay pistas que indican que se hace desde principios de los 90.

Las consecuencias de este enorme desbarajuste no solo pasan por el desplome del precio de las acciones de Olympus, si no que está por resolverse si es expulsada de la bolsa de Tokio, con lo que sería prácticamente imposible que se mantenga a flote. Además, los implicados son una gran parte de los líderes de la empresa, que ahora deben ser destituidos, e incluso podrían terminar en la cárcel. Olympus no solo se quedaría sin dinero, también perdería la cabeza.

Así que si tienen una PEN viejita, o cualquier otra cámara Olympus con algunos años encima, ¡no la vendan! Cuídenla, póngala en su caja y aguarden, porque al parecer se convertirán en artículos de colección como las Zenit rusas. Kodak seguirá sacando cámaras, e incluso ayer presentó nuevos sensores, pero los que vienen ya no llevarán su marca.

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