Hoy traemos una nueva entrega de nuestra Guía para principiantes. Ya hemos tocado el tema del sensor de nuestras cámaras y el sistema de obturación. Ahora llegamos al tercer elemento del denominado "Triángulo de la exposición": La apertura.

Estamos acostumbrados a pensar en la apertura solo como el número f, sin ponernos a pensar en qué significa exactamente este número, o cómo interactúa con otros factores como la distancia focal o el tamaño del sensor. Además, aunque una de las primeras cosas que aprendemos con la práctica es que la apertura incide en la profundidad de campo; y aunque todos deseemos lentes más "luminosos", quizá no entendamos cómo funciona esto realmente. Bueno, hoy en ALTFoto* intentaremos aclarar estos puntos. Lo primero va a ser diferenciar algunos conceptos:

La apertura es el tamaño del agujero por el que pasa la luz hacia el sensor de la cámara. Podemos entenderla haciendo una analogía con una llave de agua: Si la abrimos poco, pasará apenas un chorrito. Si la abrimos al máximo, pasará mucha agua, y el recipiente se llenará mucho más rápido. Por eso hablamos de un lente "rápido" o "luminoso" cuando es capaz de grandes aperturas (f2.8 o menos), ya que deja pasar más luz, y por lo tanto nos permite trabajar con tiempos de exposición menores.

  • El diafragma es un mecanismo a través del cual se consigue controlar la apertura. En las cámaras modernas, se encuentra montado al interior de los lentes, y está formado por varias "cuchillas" controladas mecánica o electrónicamente, como las que se aprecian en la foto que acompaña este post. Las primeras cámaras tenían una apertura fija y bastante reducida, ya que debía contrarrestar la óptica poco desarrollada. Luego se introdujeron unas placas con agujeros de distintos tamaños, que debían introducirse en ranuras en los lentes.

El número f, que usamos todos los días para determinar cuánta luz pasa al sensor, y cuánto bokeh queremos en nuestra imagen, en realidad no se refiere a una medida, si no a una función matemática bastante simple: *f = Distancia focal/diámetro de la apertura.** De esta forma, un lente de 50mm y f2.8 tendrá una apertura de 17.86mm. Si se tratase de un teleobjetivo de 200mm a f2.8, la apertura tendría que ser de 71.43mm. Esta es la razón por la que los lentes con grandes aperturas son más grandes, y por lo tanto más costosos.

 

Como vemos en el gráfico, los números f a los que todos estamos acostumbrados representan una progresión en la que cada posición del diafragma, o stop, deja pasar la mitad de la luz que el número anterior. Pero los lectores avispados ya habrán notado que nuestras cámaras nos ofrecen más opciones entre estos números. Esto se debe a que en el gráfico se muestran las full stops, pero nuestras cámaras nos permiten cambiar por mitades o tercios de stop, ya que el doble de luz sería un cambio demasiado drástico.

Por último,¿por qué la apertura influye en la profundidad de campo? Como habrán notado, mientras más bajo sea el número f (y por lo tanto más grande la apertura), menor será la porción del plano que aparecerá enfocada, tal como se ve en el gráfico de arriba. Los que han revisado sus fotos con afán, saben que la apertura influye también en la nitidez de la zona enfocada. Ambas cosas se deben a un principio óptico bastante simple:

  • Si la apertura es pequeña, los rayos de luz se ven forzados a pasar a través de ella desde una sola dirección, y de este modo impactan en el sensor. Si la apertura es más grande, los rayos de luz provenientes de zonas más cercanas o lejanas que el punto de enfoque escogido pasan desde distintas direcciones y se entrecruzan, lo que resta nitidez a la imagen en esas áreas.

El tamaño del sensor y la distancia focal también influyen en el bokeh, ya que del primero depende el espacio que tienen los rayos de la luz para dispersarse y mezclarse; mientras que la segunda modifica sustancialmente la forma del haz de luz y el modo en el que incide en la óptica del lente.

Con este post sobre la apertura y su incidencia en la luminosidad y el desenfoque, hemos cubierto el último de los tres conceptos básicos de la técnica fotográfica, pero dejamos abiertos otros como la distancia focal, el enfoque y la óptica de los objetivos. Tocaremos estos temas en las siguientes entregas, y quedamos atentos a cualquier pregunta que puedas tener sobre lo que dijimos hoy.

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