Hace unos días, Andrés Rey nos contaba aquí en ALTFoto que Fujifilm dejó de producir varios tipos de película. Me causó sorpresa y algo de tristeza saber que entre las víctimas del recorte está el carrete de Neopan SS de 36 exposiciones. Para los que se estén preguntando qué razón hay para hablar de una película en estos tiempos de píxeles y sensores, les cuento algo de mi experiencia con la más humilde de las cajitas verdes, y de la influencia que todavía tiene en el mundo de la fotografía.
Para comenzar, la Neopan SS es una película de 35mm en blanco y negro y de ISO 100. Las tablas que sabemos de memoria indican que la baja sensibilidad es sinónimo de un grano fino y mucho detalle, pero aquí no se cumple la regla. Fujifilm ofrece eso en otra película: La Neopan 100 Acros. La SS es conocida más bien por su visible grano, y en eso radica su atractivo. Ese resultado ruidoso alimenta la nostalgia que nos hace desempolvar de tanto en tanto nuestras cámaras analógicas.
Pero lo que convirtió a este soporte en un éxito fue su bajo precio. Era el más barato de Fujifilm, y en muchas partes del mundo, el carrete de 36 tomas de Neopan SS costaba menos que cualquier otro de 12 o 24. ¡En mi ciudad todavía se encuentran por menos de US$3.00! Por su bajo costo y la sensibilidad adecuada para ir por la calle con ella, era la película perfecta para estudiantes y entusiastas de la fotografía. Además, como carece de color o mucho detalle, hay que darle más importancia a la luz y la composición.
La Neopan SS no ha muerto oficialmente, pues se siguen produciendo carretes de 24 exposiciones. Pero es muy raro encontrarlos, e incluso son pocos los estudios de la misma Fujiflim que todavía tienen los químicos para revelarlos. Sin embargo, eso no desanima al gran número de entusiastas que experimentan con otros procesos; y a los fotógrafos alrededor del mundo, como Marcelo Moisan de Chile o el viajero Nathan Keirn, quienes hacen muy buen uso de las los carretes que quedan.
Foto: Claudio Tizzani