Ya hemos hablado varias veces acerca de los inconvenientes del flash incorporado a la cámara. En muchas ocasiones te hemos recomendado deflectores muy baratos, difusores por pocos dolares o directamente te explicamos como hacer tu propia versión, con un envase de película. Todas estas recomendaciones se basan en el hecho de que el flash que trae la cámara carece de base movible, por lo que su orientación es fija.
Este inconveniente hace que cualquier foto realizada con este flash, hace notar que realmente se uso un flash. El uso correcto del flash es cuando pasa desapercibido, cuando disimula una luz natural en un ambiente interno. Si se logra emular el sol o una fuente de luz poderosa la imagen será mas agradable a la vista y dará un toque mas profesional. Un flash directo ademas produce los ojos rojos, cuando se lo difumina o se lo desvía este efecto se ve considerablemente reducido, ahorrando un paso tedioso al fotógrafo.
Ahora, ¿que se puede hacer para desviar la luz cuando no tenemos nada cerca para improvisar un deflector? Tu propia mano. Así como suena, con simplemente colocar tu mano frente al flash el haz de luz cambiara su dirección y evitaras que toda su potencia choque contra el sujeto. No es una técnica de resultados constantes, ya que una pequeña variación en la posición de la mano hará cambiar completamente el resultado de la imagen. Si estas en un ambiente cerrado, la técnica ideal es poner la mano enfrente, en un angulo de 45 grados con respecto a la salida del flash, para lograr que primero rebote en tu mano y luego en el techo del lugar para disipar de manera uniforme toda al luz.
Requiere algo de practica, pero tendrás resultados muy muy buenos, seguramente mejores de los que esperas. Intenta variar la posición y orientación de la mano con cada disparo, las diferencias serán bastante importantes. Si quieres algo mas creativo, separa un poco los dedos para dejar pasar algo la luz directa: crearas unos haces y lineas interesantes.
Foto: Jenn Vargas
