El de la fotografía es un mercado muy suculento para la industria y visto lo visto es un sector que va a seguir creciendo a buen ritmo durante los próximos años. Es por ello que en el seno del negocio se producen cruentas batallas tecnológicas y mediáticas, si bien la más conocida es la de los megapixels, no es la única, ahora toma fuerza la guerra por dominar el mercado de las tarjetas de memoria.

Las tarjetas Compact Flash (CF) vienen dominando, tiempo atrás, el sector profesional y era todo un gran detalle encontrarte una DSLR de prestaciones mas modestas que incluyese soporte para este tipo de tarjetas, tendencia que parece estar cambiando últimamente.

Lexar acaba de presentar una tarjeta de memoria de formato SDXC de 128GB, clase 10 y con una velocidad 133x que asegura una transferencia mínima de 20MB por segundo y un precio final que rondará los 700$ (525€), sí, más que muchas DSLR. La especificación XC, dentro de las tarjetas SD, fue presentada hace ya dos años en el CES 2009, feria tecnológica que está a punto de arrancar en su cita del 2011 y en la que seguro llegaran jugosas novedades.

Volvamos a la batalla Compact Flash vs SD. Ya hemos comentado que las CF parecen seguir siendo las preferidas por el sector profesional, pues con ellas tenemos tarjetas de memoria de construcción robusta, duradera y que rinden bien a temperaturas extremas desde los -25 grados hasta los +85. No es que vayamos a fotografiar un fuego a escasos metros del foco pero son datos que hablan por sí solos de lo resistentes que pueden llegar a ser. En cuanto a la velocidad, aun no tienen rival pues hay modelos que alcanzan los 600X con velocidades de transferencia de 90MB por segundo, lejos de los aproximados 30MB/segundo que alcanzan las SD actuales (en escritura).

En el sector aficionado la cosa cambia y las tarjetas SD se están imponiendo porque si bien no ofrecen una velocidad tan buena como las mejores CF si que ofrecen un ratio de transferencia muy bueno en unas tarjetas más pequeñas, livianas y sobretodo baratas que las CF. No es raro, entonces, que muchas cámaras se centren única y exclusivamente en las tarjetas SD y no ofrezcan la opción CF como ocurre con la última Nikon D7000 lo cual es un duro golpe para muchos usuarios.

Olympus ya intentó introducir un estándar en el almacenamiento digital cuando apostó por las tarjetas xD que han acabado fracasando estrepitosamente, el camino de las SD parece mejor abonado y seguramente llegarán a competir seriamente en el mercado profesional. Otra discusión, interesante también, sería ver la necesidad de emplear una tarjeta de tal capacidad. En la fotografía no son pocos los usuarios que prefieren usar varias tarjetas de memoria de capacidad media a una única tarjeta de gran capacidad aunque quizá la llegada del vídeo HD lleve consigo la necesidad de ofrecer este tipo de tarjetas. Otro uso que podría tener una tarjeta tan grande, en el caso de cámaras que disponen de doble slot para tarjetas es el uso como respaldo de seguridad, Es decir, un slot para tarjetas de 4 a 8 GB que vamos cambiando conforme se llenan y el otro slot con una de estas tarjetas gigantes haciendo de respaldo de seguridad, sería una configuración muy a tener en cuenta.

Vía Lexar

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