Ya hemos hablado de qué es la carta gris y para qué sirve y de cómo utilizarla. Ahora vamos con una serie de pequeños trucos y consejos que sin duda os serán de gran utilidad para complementar o sustituir el uso de esta herramienta fotográfica de gran utilidad.

Antes de comenzar ha de quedar claro que no por usar este instrumento, ni siquiera por usarlo bien, vamos a conseguir ser buenos fotógrafos. La fotografía es un campo muy complejo y la obtención de buenas tomas requiere combinar con precisión diversos procesos como son el encuadre, el enfoque, la profundidad de campo o la velocidad de obturación. Para todos estos y para los que no he nombrado existen una serie de accesorios que nos ayudan a hacerlo mejor y la tarjeta gris solo es uno de ellos. Probablemente el mejor fotógrafo sea el que no necesita utilizar ninguno de estos accesorios para hacer fotografías perfectas, pero casi seguro que ninguno llega hasta ese nivel de agudeza fotográfica sin haber utilizado antes alguna de estas ayudas.

Pero vamos ya con los consejos sobre la carta gris.

Compra

Alegra encontrarse con algo en fotografía que no necesitamos comprar para utilizarlo. La sencillez de una carta gris nos permite (como ya dijimos en el primer post imprimirla con nuestra propia impresora si esta es de una calidad aceptable. Nos ahorraremos dinero y el tiempo en ir a comprarla. Pero como es evidente, una tarjeta comprada nos dará un plus de precisión y sin duda tendrá un formato más cómodo y duradero. Las hay en una enorme cantidad de formatos y tenemos un amplio rango de precio. Las que yo recomiendo son las de Kodak porque aparte de ser la primera marca que las comercializó suelen venir en packs con varias tarjetas de diferentes tamaños. Se pueden encontrar en tiendas físicas y en Internet por un precio de unos 20€.

Sustitución

Muchas veces llegaras al lugar donde vayas a hacer fotos y te darás cuenta de que has olvidado tu tarjeta gris en casa o de que se te ha quedado en la otra funda. No desesperes. Recordad que la tarjeta gris tiene un tono medio que refleja el 18% de la luz. Párate un momento y mira a tu alrededor. En tu entorno habrá un sin fin de objetos que reflejen la misma (o aproximadamente la misma cantidad de luz) que la carta gris. Hay objetos que suelen ser utilizados habitualmente para hacer mediciones precisamente por cumplir estas mismas características. El ladrillo visto, la piedra, el césped o una prenda de ropa de tonos medios son algunos ejemplos.

Tened en cuenta una cosa: un objeto no tiene que ser exclusivamente gris para servir como patrón para la medición. Acabamos de decir que el ladrillo visto en uno de los objetos más usados en sustitución de la tarjeta gris y como todos sabréis estos suelen presentar tonos rojizos. En la medición de la luz el color no importa. Como ya sabréis muchos nuestras cámaras ven en blanco y negro y las mediciones se realizan sobre una escala de grises. Los colores no influyen en este proceso, así que repito, no evitéis usar objetos con color. Lo cierto es que lo que hay que hacer es juzgar según vuestro propio criterio y elegir el objeto sobre el que medir. No obtendréis un resultado perfecto pero seguro que os acercáis mucho y la diferencia con respecto al uso de la tarjeta gris será casi inapreciable.

El truco del dorso de la mano

Y ahora viene el que probablemente es el mejor truco para ayudarnos en nuestras mediciones. Curiosamente, el dorso de la mano es una de las partes del cuerpo que presentan menor variabilidad tonal a lo largo de nuestra vida. Curiosamente también, este presenta una densidad muy parecida a la de la tarjeta gris y por lo tanto puede servirnos como sustituto. Pero este truco se puede llevar a la perfección. Para hacerlo de forma correcta es necesario conocer el sistema de zonas, el cual es cierto que es una parte de la teoría fotográfica difícil de comprender y que requiere memorizar varias escalas. Por lo tanto vamos a tratar de explicarlo de dos maneras: para los que lo conocen y para los que no.

Los que ya conozcáis el sistema de zonas y lo utilicéis a la hora de disparar simplemente tenéis que hacer una medición sobre la tarjeta gris y después otra sobre el dorso de la mano recordando la diferencia, es decir, contando los pasos que hay de una medición a otra. Es recomendable hacerlo en un lugar con una iluminación diáfana y de intensidad media. A la hora de fotografiar, solo tendréis que hacer una medición sobre el dorso de la mano y aplicar los pasos de forma inversa. Con esto tendréis una medición casi exactamente igual a la que tendríais usando la carta gris y ¡solamente recordando la diferencia!

Para los que no conozcáis el sistema de zonas u os cueste comprender su funcionamiento, tenemos una segunda opción. Es bastante menos preciso y puede que no obtengáis los resultados deseados pero puede que os ayude. Se trata básicamente de hacer lo mismo que en el método anterior. Medir sobre la carta y después sobre la mano pero en lugar de contar la diferencia en los pasos del sistema de zonas, anotad los valores de velocidad de obturación y diafragma en ambas mediciones y a la hora de hacer fotografías tratad de manejar aproximadamente los mismos valores. Lo ideal sería moverse solo por una de las escalas ya que dependiendo del modelo de vuestra cámara esta incorpora más o menos pasos en las escalas de diafragma y velocidad. Es un método poco preciso y un poco "chapuza" (¿porque no decirlo?) pero con un poco de maña puede dar buenos resultados. Por supuesto recomiendo que tratéis de aprender a usar el sistema de zonas.

Espero que con estos tres post os haya quedado claro qué es, para qué sirve, como se utiliza y por qué otros objetos podemos sustituirla. Como ya sabéis, cualquier duda que tengáis podéis expresarla en los comentarios y será respondida con la mayor brevedad posible.

Foto: Foro3D | Taekwondodamian

-La carta gris (I):¿Qué es y para qué sirve? -La carta gris (II): Cómo utilizarla

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