Aprovechando las vacaciones y que me encontraba de regreso en mi país, he logrado realizar un viaje que estando allí nunca había podido hacer: visitar el Salar de Uyuni. Uno de aquellos lugares que viviendo en el país nunca se conoce y hay que regresar casi como turista para tener la oportunidad de visitarlo. Pero como no se trata de un blog de viajes sino de fotografía hablaré básicamente de este tema.

Si alguien ha tenido la oportunidad de conocer el Salar de Uyuni, situado en Bolivia, en el departamento de Potosí, o alguno de los otros salares alrededor del mundo, se habrá encontrado con un paisaje de sueño. Una infinitud blanca, hasta donde la vista se pierde. En el desierto blanco no hay nada salvo las figuras que dejan los gases al salir de la sal y los perfiles de las montañas cuando no es sólo el horizonte una linea azul a lo lejos. Salvo lugares específicos no se encuentran viajeros y aquí no crece nada y nada puede sobrevivir.

Este lugar es ideal para sacar fotografías, al mismo tiempo que resultan un verdadero reto para el fotógrafo. Aquí alguno de los principales problemas a los que nos enfrentamos:

Ausencia de un punto de vista para la cámara. Ausencia de referencias para tamaño o distancia. Exceso de luz tanto del sol como del reflejo de la sal. La luz tiende a aplanar el escenario. Además La sal puede ser mortal para el cristal de la cámara (cuidado con el viento).

A pesar de estas dificultades, o quizás gracias a estas es posible realizar impresionantes fotografías, imposibles de realizar en otro lugar.

  • Fotografías de perspectiva forzada: Gracias a la ausencia de referencias geográficas es muy simple realizar este efecto especial en el que la distancia se esconde y los tamaños se falsean. Tener alguien en la punta de tu mano, o ser tan pequeño como un zapato es tan fácil como ubicar a los dos modelos a distancia uno del otro y con una gran profundidad de campo capturar el instante mágico e imposible.
  • Fotografías de vuelo: Aprovechando también este paisaje y la cantidad de luz es posible crear maravillosas fotografías de vuelos, capturando saltos que parecen alejarse del suelo. Es importante aquí tener el enfoque fijo o en manual para poder capturar el movimiento.
  • Atardeceres y amaneceres: Estos momentos cambiarán completamente el panorama, la luz plana dará paso a la profundidad del espacio y la luz resaltará algunas características del paisaje, como las montañas a lo lejos.
  • Usar flash para retratos: Hay tanto blanco y tanta luz que si queremos que la persona que retratamos no salga como silueta podemos usar un poco de flash para resaltar el primer plano.
  • Usar los reflejos: Si ha llovido, el suelo se convertirá en un increíble espejo.

Pero fuera de estos básicos consejos, el Salar es algo que hay que sentir, quizás la cámara se puede dejar para cuando el paisaje ya haya entrado dentro nuestro y estemos con más calma para hacer experimentos. Entonces si puedes empezar a sacar fotos.

Via: National Geographic

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