Olympus apuesta por el turista, sí, y no porque ahora se dedique a vender cruceros por el Mediterráneo sino porque con los últimos movimientos parece que va a centrar sus esfuerzos en las pequeñas Pen, cámaras sin espejo y muy cómodas de llevar a todas partes, en detrimento del *E-System.
Se rumoreaba que Olympus pensaba anunciar un cuerpo profesional al mismo tiempo que sacrificaría la gama media de sus DSLR* en pos de potenciar el sistema Micro Cuatro Terciosy ya sabemos que cuando el río suena....
El movimiento, de haber sido como anunciaban los rumores, no hubiese tenido mucho sentido porque, si bien las Pen están funcionando muy bien y se les intuye un gran futuro por delante, lanzarse a la piscina con un cuerpo profesional hubiese sido una batalla perdida antes incluso de empezada. Conociendo el amor que los fotógrafos, ya sean aficionados o profesionales, profesan por los pixeles de la marca de turno quitar cuota de mercado, en un sector tan competitivo como el profesional, a Canon o Nikon es verdaderamente complicado.
Antes de que empezara Photokina 2010 Olympus presentaba la E5, sustituta de la E3 con unas características que contentaban a algunos pero que decepcionaban profundamente a muchos más. Demos un repaso a varias de sus características:
Cuerpo de aleación de magnesio 12,3 megapíxeles Visor con un 100% de cobertura 11 puntos de AF ISO hasta 6400 Ráfaga de 5 fps Pantalla abatible Grabación de vídeo HD 1280 x 720 (máximo 7 minutos)
Seamos serios, con estas características Olympus podría haber presentado un gran relevo de la E30 pero para ser el buque insignia se queda muy corta, posiblemente no pueda ni competir con la que ya bautizan algunos como la TOP DX de Nikon, la D7000.
No corren buenos tiempos para la lírica que emana del Olimpo y muestra de ello son las contradicciones en los discursos de sus directivos, quienes un día insinúan el fin del Cuatro Tercios para luego matizarlo.
Para Photokina 2010, Olympus se ha guardado la evolución de sus cámaras sin espejo y una pequeña compacta que promete y mucho.
¿Estamos ante el principio del fin de las cámaras sin espejo o simplemente ante una equivocada estrategia comercial?
Yo apuesto por lo segundo.