Objetivos Vs. Cuerpos

Dar el paso a un sistema de cámara réflex digital es una inversión, tanto en dinero como en resultados. Los dos principales componentes de un sistema de cámaras son el cuerpo y el objetivo; muchos nuevos compradores a menudo cometemos el error de no asignar presupuesto suficiente para las objetivos y subestimar su papel en la fotografía.

Realmente es algo común que suceda y hasta podemos culpar al mercado, las habladurías sobre megapíxeles, los más altos ISO con menos ruido y cada vez más rápidos cuadros por segundo, añadiendo a la mezcla de vídeo en alta definición y las diversas marcas y cada marca nos trae diversos (muy diversos) modelos. El resultado es prestar una mayor atención al cuerpo y a sus características, dejando de lado a los objetivos. Sin embargo, los objetivos no sufren cambios frecuentemente, entonces, ¿por qué le prestamos menos atención?

Los cuerpos de las cámaras van y vienen, la publicidad nos acorrala, las mismas empresas basan sus estrategias de mercadeo en la introducción de pequeños cambios en sus modelos y nos hacen sentir como si nuestro modelo se va quedando obsoleto, pero es un hecho que una cámara con miles de funciones sofisticadas no nos hace mejores fotógrafos. Sin embargo, los fotógrafos tanto aficionados como profesionales actualizan sus equipos con mucha mayor frecuencia que la que actualizan sus objetivos.

Es verdad que la reducción del ruido en el sensor de la cámara y la capacidad para procesar fotos con mayor resolución son aspectos importantes, pero la calidad de la imagen final que produce el sensor es un resultado directo del objetivo que estamos empleando. Al igual que con una ventana sucia es difícil ver, un objetivo de menor calidad proporcionará fotos con menor calidad.

Para muchos nuevos compradores, los costos de los objetivos pueden resultar ser una experiencia desagradable, pueden costar tanto o más que el cuerpo de la cámara. Cuando empecé a interesarme por la fotografía, no tenía absolutamente ninguna idea de lo que debía tomar en cuenta antes de comprar un equipo y muchas veces los consejos van destinados a quienes ya tienen conocimiento del tema. Mi recomendación personal es que dependerá de que tan en serio tomemos la fotografía, pero en el caso que no tengamos duda que nos gusta y que queremos seguir avanzando, entonces deberíamos mirar los siguientes aspectos:

Calidad de construcción: Existen múltiples parámetros con los que poder atribuir mayor o menor calidad a un objetivo; algunos pueden ser: Montura metálica, más resistente y duradera. Mayor peso, que aunque sin relación aparente suele indicar la utilización de materiales de mayor calidad en su construcción. Con mecanismos de corrección de ciertas aberraciones ópticas (por ejemplo, objetivos asféricos. Definición, es decir, la nitidez con la que pueden reproducir las imágenes. Contraste, es decir, que reflejen fielmente los contrastes de intensidad de luz del motivo retratado sin apagar los tonos. Fabricante, ya que algunos fabricantes son referencias clave en calidad.
Número de elementos: Esto se refiere a la configuración interior del objetivo, que generalmente se componen de varios lentes cada uno con una geometría especifica lo que en conjunto define la aplicación de dicho objetivo. Esto se puede consultar en las características técnicas del objetivo, dependiendo del tipo y calidad podrá tener más o menos números de elementos, y esto a su vez influye directamente en el peso.
F/limitador de rango: Como ya sabemos el valor F está relacionado directamente con la luz, y en palabras sencillas, mientras más luz deja entrar un objetivo mejor será su calidad, y en palabras aun más sencillas, lo que debemos es fijarnos es un bajo valor F; 3.5 es un valor bastante bueno, 2.8 es muy bueno 2, 1.8 y 1.4 son extremadamente luminosos y son propios de objetivos de gran calidad.
Calidad del cristal: Esto no es muy sencillo de verificar, pero básicamente deberíamos inclinarnos hacia las marcas mas representativas del área, aunque existe un buen abanico de opciones.