Cada vez que en foros o sitios webs especializados en cámaras fotográficas alguien escribe de Canon, no es de extrañar que aparezca un usuario de Nikon comentando las bondades de su modelo por sobre el de la competencia. El ejemplo se aplica también a la inversa.
A mi me da risa; si hasta parece que a algunos les pagaran por defender a una marca. Cada usuario afila sus uñas para defender su inversión. Si me preguntan a mi, lo encuentro una tontera. ¿Por qué es tan complicado decir me compré un modelo que no me gusta?
Siempre he sido de la opinión que debo tener los productos que más me acomoden. Busco siempre que mi inversión me de a cambio un gadget que valga la pena. No pido más. Y no me conformo con menos. Sin embargo hoy ando asustado. En las últimas semanas he descubierto que soy un fanboy de Nikon. Acá cuento mi historia. Sin adornos de por medio…
Mi primera cámara digital fue una Sony Cybershoot de 1mpx que en Chile nos costó una fortuna. Usaba Memory Stick y todo en ella era automático. Ni siquiera tenía zoom. No vale la pena hablar de ella. La segunda fue una Canon Powershoot G60 (si mal no recuerdo) de 3.2mpx, a la cual estrujé en sus capacidades. Tenía opciones manuales y eso me permitió comprender la fotografía practicando. Finalmente boté la cámara cuando ya no era capaz de tirar una foto y cada vez que el flash prendía le salía humo (no es broma).
La tercera cámara fue una Nikon D50 que amé desde que la tuve en mis manos. La encontraba (y sigo encontrando) robusta para el precio que tenía el año 2005. Hoy esa cámara ha tirado más de 50.000 fotos y sigue funcionando. Jamás le he realizado una mantención.
Una Nikon D80 fue el cuarto equipo que pasó por mis manos. Era inmensamente superior a la D50, y tenía muchas más opciones. Hoy me arrepiento de haberla vendido. Lo hice seducido por el video HD de los nuevos modelos.
Miré en Internet todo lo disponible y me apené al ver que Nikon no tuviera –hablo de hace dos meses- disponible una cámara que grabara en full HD y tuviese entrada de micrófono. Porque no es la idea engañar a nadie: los micrófonos incorporados a las cámaras simplemente apestan.
Entonces miré para el lado y ahí estaba la Canon T2i (Rebel 550D en Europa). Tenía todo lo que necesitaba, entrada de micrófono, video en full HD y sin más fui por ella. La encargué a USA, pues en Chile comprar cualquier cámara es sufrir un asalto a mano armada.
Cuando llegó la Canon T2i abrí la caja y la primera toma de contacto fue extraña. Me llamó la atención su pantalla LCD de 3 pulgadas, pero me pareció demasiado plástica. Casi de juguete. Muy liviana; Decidí darle una oportunidad y lo que vino después no pudo ser peor: nunca la sentí cómoda, los controles para cambiar la apertura eran poco intuitivos. No me hacía gracia tener que presionar dos botones para hacer lo mismo que la D80 hacía con un dial frontal y otro trasero.
Me disgustó que la cámara no tuviera una pantalla LCD en la parte superior para ver algunos seteos de la misma. Y claro, más de alguien me podrá decir: “¿Y no te fijaste en eso antes de comprarla?” y la verdad es que me fijé, pero no le di importancia. Hasta que no la tuve no valoré esa función de la Nikon D80.
Sobre la calidad de la imagen y el video HD no puedo decir mucho. Creo que hay reviews por ahí que dicen mucho más. Todo se resume en que consigue muy buenas imágenes y videos que te dejan con la boca abierta. Sin embargo la vendí, con un poco más de un mes de uso. Hastiado de no sentirme nunca cómodo con ella.
Respeto a todos aquellos que aman sus cámaras Canon y las defienden cuales abogados, sin embargo “con esa chica no nos llevamos nunca bien”. Y la dejé. Hoy estoy mirando el mercado y viendo los lanzamientos que se avecinan. Por mientras aguanto con mi fiel Nikon D50. ¿Qué cámara me compraré? eso se los cuento en otro post. De pronto entre todos me ayudan a terminar con el tremendo lío que tengo en mi cabeza. Soy un fanboy, me costó asumirlo pero lo hago con la frente el alto. ¿Habrá remedio para ello?