La historia de Jacques-Henri Lartigue es bella, como sus fotos. Se podría decir que cada una de sus imágenes son un poco él, repletas de felicidad, de infancia, adolescencia y adultez. Toda su vida fotografió, desde los 6 hasta los 92 años, cuando murió. Podría ser, quizás, el fotógrafo que más tiempo estuvo en actividad. Pero a la vez es el más prolífico, su obra está compuesta de alrededor de doscientas mil piezas, entre negativos y copias impresas en blanco y negro.

Lartigue fotografió mucho, pero tenía a la fotografía como una actividad secundaria. El en realidad quería ser pintor y así se sentía. Llegó a exponer cuadros en New York y París rodeándose del mundo artístico de la época.

Supo experimentar con todo tipo de cámaras, desde la 13x18 de madera que le regalo su padre a los 6 años hasta las estereoscópicas que generaban imágenes en 3D, luego en los 60 comenzó a usar Pentax, Canon y Olympus.

Su grandísima colección de imágenes, casi mágicas, es un recorrido por la vida de su autor. Escenas de niños, sus propios amigos y su primo en la infancia, escenas de playa con ellos saltando en el aire, sus juegos, su hermano Zissou. Luego descubre las carreras de autos, capta el movimiento y la sinergia. Retrata a la sociedad de los años 20´, las damas de la clase alta de Bois de Boulogne. Tiene puntos de vista atractivos, encuadres que no se habían visto hasta ese momento.

Trabajó también como director de fotografía en muchos filmes de directores como François Truffaut y Federico Fellini y fotografió artistas de la talla de Marlene Dietrich y Greta Garbo.

Todos podríamos pensar que nuestro amigo Lartigue disfrutó de una próspera vida como fotógrafo, pero no. La fama y el reconocimiento le llegaron a los 69 años cuando el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) decide hacer una retrospectiva de su trabajo y la revista LIFE le hace un extenso reportaje, ahí llega entonces su consagración.

En el año 1979 dona todo su trabajo de una vida al estado francés, junto con las fotos  sus cámaras, apuntes y cuadernos. También hizo lo mismo con sus cuadros. Todo el material conformó más tarde el Centro de Exposiciones Jacques-Henri Lartigue en L'Isle Adam.

Abajo les dejo una pequeña galería con imágenes de este genio. Vean las hermosas composiciones que logra, los personajes "volando", traten de meterse en la época y descubran escenas de principios de siglo de lo que se estaba convirtiendo en una nueva era.

Foto: Jacques Henri Lartigue

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