He de confesar que soy un enamorado del minimalismo y en especial de la fotografía minimalista.

Según la Wikipedia el minimalismo 'es un movimiento artístico que se desarrolló después de la Segunda Guerra Mundial, alrededor del año 1960 en Occidente y que consiste en la utilización de elementos mínimos y básicos como colores puros y formas geométricas simples como forma de expresión'.

En lo relativo a su aplicación en la fotografía, la teoría es realmente simple: consiste en prescindir de todo el 'ruido' visual y centrarse en el mensaje, el objeto, la esencia de la fotografía y destacarla como elemento mínimo y máximo de la imagen al mismo tiempo.

El uso de las formas geométricas, de los contrastes, de la simetría, la síntesis o los juegos de colores es una constante en este tipo de fotografía que, como todo, tiene sus detractores y sus defensores.

Para hacer este tipo de fotografía puedo recomendaros algunos puntos clave:

  1. Eliminar el ruido: Reducir la imagen al objeto de la fotografía, quitar todo aquello prescindible y superfluo que no sea el mensaje o la idea principal que se desea transmitir.

  2. Cambiar el punto de vista: Intenta mirar los objetos, paisajes, o lugares desde otra perspectiva, mira mas allá del panorama general. Céntrate en el detalle y dale vueltas hasta encontrar la foto adecuada.

  3. Usar la luz o los colores: Úsalos para destacar el motivo de la fotografía, consigue el contraste, destaca el objeto con la luz o con colores opuestos.

Y por último, aunque no menos importante, observa e inspírate con la obra de grandes fotógrafos de este movimiento como Michael Kenna, David Fokos o David Burdeny.

Así que, ¡ya sabes!, sal con la cámara a encontrar esas fotos que están esperando en los rincones más inesperados y compártelas con nosotros en los comentarios.

Foto: Jeremy Brooks

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