Si les menciono el nombre August Landmesser seguramente muchos no lo conocerán. Como yo no lo conocía hasta hoy. Pero vale la pena saber un poco más de este hombre que en 1936 se negó a realizar el saludo nazi entre la multitud. Cruzado de brazos y respetando sus propias ideas rechazaba al régimen que tanto dolor le causaba y se inmortalizaba en esta foto, representación de la convicción individual.

La imagen la encontré en el blog La Trébede, en donde cuenta la historia de la fotografía y del protagonista. Me recuerda en parte a la foto del hombre del tanque en China en 1989. Ese pequeño hombre también conmovía al mundo por su valentía, interponiéndose a los tanques e impidiendo su paso. A ambos les pudo haber costado la vida, si es que no se las costó realmente.

August Landmesser fue un trabajador alemán que cometió la "deshonra" de casarse con una mujer de origen judío con quien tuvo dos hijas. Por esto fue condenado a dos años de trabajos forzados en un campo de concentración. La misma suerte corrió su esposa que fue trasladada y murió finalmente siendo prisionera. Al momento de tomarse la foto August ya estaba inmerso en juicios con el partido nazi y su negación de realizar el saludo hacia el Führer Adolf Hitler es toda una demostración de coraje.

El destino de August es desconocido. Se cree que pudio haber perecido en alguna batalla hacia 1938. Lo cierto es que sus hijas sobrevivieron al Holocausto y en 1991, una de ellas, ya mayor, reconoció a su padre en la imagen por casualidad en un viejo periódico de la época.

Una imagen que es un símbolo de valor, coraje y convicción.

Foto: En la Trébede

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